martes, 3 de noviembre de 2009

domingo, 4 de octubre de 2009

Amo a esta mujer..

...que despliega con impudicia toda su pasión, su excelente voz, sus ganas de jugar y hacer jugar, su alegría,la danza,su picardía, su risa, su belleza...La Belleza. Qué más se le puede pedir a alguien?
Que lo disfruten, y mírenlo hasta el final!

viernes, 7 de agosto de 2009

Decir no...


7

Decir no
decir no
atarme al mástil
pero
deseando que el viento lo voltee
que la sirena suba y con los dientes
corte las cuerdas y me arrastre al fondo
diciendo no no no
pero siguiéndola.


11

Qué asco
qué vergüenza
este animal ansioso
apegado a la vida.


17

Si te murieras tú
y se murieran ellos
y me muriera yo
y el perro
qué limpieza.


18

Si solos
qué
estemos solos.
Estemos solos
pues
dejémonos de cosas.

Idea Vilariño

jueves, 23 de julio de 2009

La Luna, por Kila Tumal


Cuanto cuesta despertar sin enloquecer
La luna observa fría nuestra
inhumanidad
Lejana, se aleja cada vez más
Lejanos, quieren que uno tema
ser

Es que no sé si hay algo que contarnos
Si nadie está dispuesto a
escucharse
La magia surge al encontrarnos
Tanto apilado y
nada...nada...
Algo está mal... algo está mal...
Y no soy yo
Y ahí van,
casi sin respirar
Quién se presta para el sacrificio del hoy
Somos el
sacrificio del hoy
Es que no sé si hay algo que contarnos
Si nadie está
dispuesto a escucharse
La magia surge al encontrarnos
Tanto apilado y
nada...

Cuanto cuesta despertar sin enloquecer
La luna observa fría nuestra
inhumanidad
Lejana, se aleja cada vez más
Lejanos, quieren que uno tema
ser

Yo soy donde el cielo se rompe
Donde las mil estrellas son una
Me encuentran en la cuna
Donde sé que no hay nada que saber
El mundo quiere ser
uno
Y estallarse en mi
Quebrarse en mi
Tengo la mirada posada en ti
Y cada
tanto me olvido

Somos la gota de un mar
Que ya no está más seco
Sus aguas
irán creciendo
La luna impulsando su marea
Espera el momento, lo crea
Y yo
vuelvo a cantar que el
Mundo quiere ser uno
Y estallarse en mi
Vivir por
siempre en mi
Tengo la mirada posada en ti
Y cada tanto me olvido
Cada
tanto me olvido de mi.

Kila Tumal
Es una banda musical de jóvenes compositores, La luna es una de las letras de sus canciones.
Foto, Franco De Marco

martes, 14 de julio de 2009

La Patria


Esta tierra sobre los ojos,

este paño pegajoso negro de estrellas impasibles,

esta noche continua, esta distancia.

Te quiero, país tirado más abajo del mar, pez panza arriba,

pobre sombra de país, lleno de vientos,

de monumentos y espamentos,

de orgullo sin objeto, sujeto para asaltos,

escupido curdela inofensivo puteando y sacudiendo banderitas,

repartiendo escarapelas en la lluvia, salpicando

de babas y estupor canchas de fútbol y ringsides.

Pobres negros.

Te estás quemando a fuego lento, y dónde el fuego,

dónde el que come los asados y te tira los huesos.

Malandras, cajetillas, señores y cafishos,

diputados, tilingas de apellido compuesto,

gordas tejiendo en los zaguanes, maestras normales, curas, escribanos,

centrofordwards, livianos, Fangio solo, tenientes

primeros, coroneles, generales, marinos, sanidad, carnavales, obispos

bagualas, chamamés, malambos, mambos, tangos,

secretarías, subsecretarías, jefes, contrajefes, truco,

contraflor al resto.Y qué carajo,

si la casita era su sueño, si lo mataron en pelea,

si usted lo ve, lo prueba y se lo lleva. -





Liquidación forzosa, se remata hasta lo último.

Te quiero, país tirado a la vereda, caja de fósforos vacía,

te quiero, tacho de basura que se llevan sobre una cureña

envuelto en la bandera que nos legó Belgrano,

mientras las viejas lloran en el velorio, y anda el mate

con su verde consuelo, lotería del pobre,

y en cada piso hay alguien que nació haciendo discursos

para algún otro que nació para escucharlos y pelarse las manos.

Pobres negros que juntan las ganas de ser blancos,

pobres blancos que viven un carnaval de negros,

qué quiniela, hermanito, en Boedo, en la Boca,

en Palermo y Barracas, en los puentes, afuera,

en los ranchos que paran la mugre de la pampa,

en las casas blanqueadas del silencio del norte,

en las chapas de zinc donde el frío se frota,

en la Plaza de Mayo donde ronda la muerte trajeada de Mentira.

Te quiero, país desnudo que sueña con un smoking,

vicecampeón del mundo en cualquier cosa, en lo que salga,

tercera posición, enegía nuclear, justicialismo, vacas,

tango, coraje, puños, viveza y elegancia.



Tan triste en lo más hondo de1 grito, tan golpeado

en lo mejor de la garufa, tan garifo a la hora de la autopsia.

Pero te quiero, país de barro, y otros te quieren, y algo

saldrá de este sentir. Hoy es distancia, fuga,

no te metás, qué vachaché, dale que va, paciencia.

La tierra entre los dedos, la basura en los ojos,

ser argentino es estar triste, ser argentino es estar lejos.



Y no decir: mañana,

porque ya basta con ser flojo ahora.

Tapándome la cara

(el poncho te lo dejo, folklorista infeliz)

me acuerdo de una estrella en pleno campo,

me acuerdo de un amanecer de puna,

de Tilcara de tarde, de Paraná fragante,

de Tupungato arisca, de un vuelo de flamencos

quemando un horizonte de bañados.

Te quiero, país, pañuelo sucio, con tus calles

cubiertas de carteles peronistas, te quiero

sin esperanza y sin perdón, sin vuelta y sin derecho,

nada más que de lejos y amargado y de noche.

Julio Cortázar
(Gracias por recordárnoslo Ana!)

Donado para la memoria por Ana Danich

domingo, 12 de julio de 2009

No me acuerdo


No me acuerdo de la Primera Guerra Mundial pero la leí hace mucho
No me acuerdo de mi primer viaje a Acapulco pero sí de haber leído Crónica de una muerte anunciada en la vieja carretera interminable.
No me acuerdo de ninguna mujer de principios de siglo que no sea Margarita.
No me acuerdo de qué color era el sillón en el que escuché caer el hacha de Raskólnikov. Un sonido apagado que aun corta en mis oídos.
No me acuerdo de ningún cacique mexicano que no se parezca a Pedro Páramo.
No me acuerdo de ninguna cuerda que no haya ahorcado a un inocente.
No me acuerdo de cien años a menos que estén tan apretados.
No me acuerdo de ninguna fuga que no haya sido interminable.
No me acuerdo ya de mis amigos, mejor me acuerdo de Dunois, Billard y el señor Lacaze.
No me acuerdo de haber olido nunca un cadáver, sé que huele a podredumbre, a leche fermentada, al elíxir de las hienas.
No me acuerdo de haber entrado en un panteón sino era en busca de Balzac, Cioran, Duras.
No me acuerdo de más tristes tigres que de tres.
No me acuerdo de ningún lunes que no sea aquel en que se inició la eternidad.
No me acuerdo de haber querido ir a África hasta que se volvió una cuestión personal.
No me acuerdo qué gritaban en la calle mientras Bartleby se negaba nuevamente a hacerlo.
No me acuerdo de la metempsicosis aunque sé que puede llegarse a ella enlazando una jarcia.
No me acuerdo de la Caja de Pandora pero sí de la idiotez de Epimeteo.
No me acuerdo de ninguna tentación que no nazca del amor por el fracaso.
No me acuerdo de ningún silencio que no esconda un ruido de fondo.
No me acuerdo qué estaba comiendo mientras cortaban la cabeza a Damasceno.
No me acuerdo de 1984 aunque recuerdo 1984.
No me acuerdo de ninguna vida que no sea minúscula.
No me acuerdo de un viaje mejor que del que lleva de la cama al escritorio.
No me acuerdo de un calor tan sofocante como el capaz de derretir un par de alas en el aire.
No me acuerdo del lugar en que se encuentra el Mississippi, me acuerdo de que ruge como mil fierros chocando.
No me acuerdo de mejor comedia que la nuestra.
No me acuerdo de París más que de noche.
No me acuerdo de ningún viejo que no sea un pobre Rey Lear.
No me acuerdo de haber oído insultos que los que repite siempre Parra.
No me acuerdo de ninguna infancia apacible.
No me acuerdo de haber visto una serpiente que no se alimentara de elefantes.
No me acuerdo del frío de la nieve, sí del riesgo de no atinar a encender unos cerillos.
No me acuerdo de haber estado en presencia de un oso y aún me aterra el filo de sus garras.
No me acuerdo de haber despertado con la nota de una mujer en la almohada pero Carlota me dejó una nota que decía: Volveré al medio día. Y después de su inicial: O quizá más tarde.
No me acuerdo de haber visto los colores hasta haber leído Para siempre.
No me acuerdo de haberme asomado al agujero hasta que encontré a mi Alicia en su caída.


Emiliano Monge (Ciudad de México, 1978) es autor del libro de relatos Arrastrar esa sombra

jueves, 9 de julio de 2009

Romance de la luna, luna


A Conchita García Lorca


La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.

Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

Federico García Lorca

miércoles, 24 de junio de 2009

Masacre en el Perú

Masacre de indígenas en Perú.
La matanza de indígenas, que se dio por estos días en Perú, es una constatación de la continuidad del exterminio que comenzó en 1492. En cualquier lugar donde los pueblos originarios resistan la embestida colonialista, también estarán los devoradores neoliberales prestos a asesinar. Los indígenas resistieron a la privatización de la Amazonía, se pararon en las carreteras para decir “no pasarán”. En medio de la rebelión y la muerte, se instaló el debate en la sociedad, provocando una crisis política e institucional en Perú. Algo parecido sucedió en Bolivia antes de la llegada de Evo Morales a la presidencia, y hoy ese país cuenta otra historia.
Las imágenes son contundentes, se deben difundir, no sólo para observar, sino también para generar un cambio de conciencia. Las comunidades originarias se presentan como un estorbo para los planes macabros de las empresas transnacionales. Si los pueblos latinoamericanos no se pronuncian en contra, la masacre continuará.

Mara Kalutich


En este link acceden a imágenes de la masacre en Perú:
http://catapa.be/en/north-peru-killings

En este link acceden a imágenes de la movilización indígena en Perú

http://www.flickr. com/photos/ diogenesampam/ sets/72157618828 518022/show/



Noticias referidas a la masacre publicadas en Página 12

5/6 http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-126172-2009-06-05.html

6/6 http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-126186-2009-06-06.html

7/6 http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-126230-2009-06-07.html

9/6 http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-126326-2009-06-09.html

10/ 6 http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-126409-2009-06-10.html

11/6 http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-126445-2009-06-11.html

lunes, 18 de mayo de 2009

In memoriam


BODAS DE PERLAS
a luz

C'est quand même beau de rajeunir.
RONY LESCOUFLAIR



Después de todo qué complicado es el amor breve
y en cambio qué sencillo el largo amor
digamos que éste no precisa barricadas
contra el tiempo ni contra el destiempo
ni se enreda en fervores a plazo fijo

el amor breve aún en aquellos tramos
en que ignora su proverbial urgencia
siempre guarda o esconde o disimula
semiadioses que anuncian la invasión del olvido
en cambio el largo amor no tiene cismas
ni soluciones de continuidad
más bien continuidad de soluciones

esto viene ligado a una historia la nuestra
quiero decir de mi mujer y mía
historia que hizo escala en treinta marzos
que a esta altura son como treinta puentes
como treinta provincias de la misma memoria
porque cada época de un largo amor
cada capítulo de una consecuente pareja
es una región con sus propios árboles y ecos
sus propios descampados sus tibias contraseñas

he aquí que mi mujer y yo somos lo que se llama
una pareja corriente y por tanto despareja
treinta años incluidos los ocho bisiestos
de vida en común y en extraordinario

alguien me informa que son bodas de perlas
y acaso lo sean ya que perla es secreto
y es brillo llanto fiesta hondura
y otras alegorías que aquí vienen de perlas

cuando la conocí
tenía apenas doce años y negras trenzas
y un perro atorrante
que a todos nos servía de felpudo
yo tenía catorce y ni siquiera perro
calculé mentalmente futuro y arrecifes
y supe que me estaba destinada
mejor dicho que yo era el destinado
todavía no se cuál es la diferencia

así y todo tardé seis años en decírselo
y ella un minuto y medio en aceptarlo


para colmo comí abundantísima lechuga
que nadie había desinfectado con carrel
en resumidas cuentas contraje el tifus
no exactamente el exantemático
pero igual de alarmante y podrido
me daban agua de apio y jugo de sandía
yo por las dudas me dejé la barba
e impresionaba mucho a las visitas

una tarde ella vino hasta mi casa
y tuvo un proceder no tradicional
casi diría prohibido y antihigiénico
que a mi me pareció conmovedor
besó mis labios tíficos y cuarteados
conquistándome entonces para siempre
ya que hasta ese momento no creía
que ella fuese tierna inconsciente y osada

de modo que no bien logré recuperar
los catorce kilos perdidos en la fiebre
me afeité la barba que no era de apóstol
sino de bichicome o de ciruja
me dediqué a ahorrar y junté dos mil mangos
cuando el dólar estaba me parece a uno ochenta

además decidimos nuestras vocaciones
quiero decir vocaciones rentables
ella se hizo aduanera y yo taquígrafo

íbamos a casarnos por la iglesia
y no tanto por dios padre y mayúsculo
como por el minúsculo jesús entre ladrones
con quien siempre me sentí solidario
pero el cura además de católico apostólico
era también romano y algo tronco
de ahí que exigiera no sé qué boleta
de bautismo o tal vez de nacimiento

si de algo estoy seguro es que he nacido
por lo tanto nos mudamos a otra iglesia
donde un simpático pastor luterano
que no jodía con los documentos
sucintamente nos casó y nosotros
dijimos sí como dándonos ánimo
y en la foto salimos espantosos

nuestra luna y su miel se llevaron a cabo
con una praxis semejante a la de hoy
ya que la humanidad ha innovado poco
en este punto realmente cardinal

nosotros dos nos fuimos a colonia suiza
ajenos al destino que se incubaba
ella con un chaleco verde que siempre me gustó
y yo con tres camisas blancas

en fin después hubo que trabajar
y trabajamos treinta años
al principio éramos jóvenes pero no lo sabíamos
cuando nos dimos cuenta ya no éramos jóvenes
si ahora todo parece tan remoto será
porque allí una familia era algo importante
y hoy es de una importancia reventada


ahora nuestro amor tiene como el de todos
inevitables zonas de tristeza y presagios
paréntesis de miedo incorregibles lejanías
culpas que quisiéramos inventar de una vez
para liquidarlas definitivamente

la conocida sombra de nuestros cuerpos
ya no acaba en nosotros
sigue por cualquier suelo cualquier orilla
hasta alcanzar lo real escandaloso
y lamer con lealtad los restos de silencio
que también integran nuestro largo amor


estábamos estamos estaremos juntos
a pedazos a ratos a párpados a sueños
soledad norte más soledad sur
para tomarle una mano nada más
ese primario gesto de la pareja
debí extender mi brazo por encima
de un continente intrincado y vastísimo
y es difícil no sólo porque mi brazo es corto
siempre tienen que ajustarme las mangas
sino porque debo pasar estirándome
sobre las torres de petróleo en maracaibo
los inocentes cocodrilos del amazonas
los tiras orientales de livramento

es cierto que treinta años de oleaje
nos dan un inconfundible aire salitroso
y gracias a él nos reconocemos
por encima de acechanzas y destrucciones

la vida íntima de dos
esa historia mundial en livre de poche
es tal vez un cantar de los cantares
más el eclesiastés y sin apocalipsis
una extraña geografía con torrentes
ensenadas praderas y calmas chichas

no podemos quejarnos
en treinta años la vida
nos ha llevado recio y traído suave
nos ha tenido tan pero tan ocupados
que siempre nos deja algo para descubrirnos
a veces nos separa y nos necesitamos
cuando uno necesita se siente vivo
entonces nos acerca y nos necesitamos

es bueno tener a mi mujer aquí
aunque estemos silenciosos y sin mirarnos
ella leyendo su séptimo círculo
y adivinando siempre quién es el asesino
yo escuchando noticias de onda corta
con el auricular para no molestarla
y sabiendo también quién es el asesino

la vida de pareja en treinta años
es una colección inimitable
de tangos diccionarios angustias mejorías
aeropuertos camas recompensas condenas
pero siempre hay un llanto finísimo
casi un hilo que nos atraviesa
y va enhebrando una estación con otra
borda aplazamientos y triunfos
le cose los botones al desorden
y hasta recomienda melancolías

siempre hay un finísimo llanto un placer
que a veces ni siquiera tiene lágrimas
y es la parábola de esta historia mixta
la vida a cuatro manos el desvelo
o la alegría en que nos apoyamos
cada vez más seguros casi como
dos equilibristas sobre su alambre
de otro modo no habríamos llegado a saber
qué significa el brindis que ahora sigue
y que lógicamente no vamos a hacer público


23 de marzo 1976
Mario Benedetti

domingo, 17 de mayo de 2009

Cómo llamar a un gato


Ponerle nombre a un gato es harto complicado,
desde luego no es un juego para los muy simplones.
Pueden pensar ustedes que estoy algo chiflado
cuando digo que al menos ha de tener tres nombres.
Lo primero es el nombre que le damos a diario;
como Pedro, Alonso, Augusto o Don Bigote;
Como Víctor o Jorge o el simpático Paco.
Todos ellos son nombres bastante razonables.
Los hay más bonitos y que suenan mejor
para las damas y los caballeros,
como Admetus, Electra, Démeter, o Platón,
pero todos son nombres demasiado discretos.
Y un gato ha de tener uno más especial,
que sea peculiar, algo más digno.
¿Cómo, si no, va a alzar su rabo vertical
o atusar sus bigotes y mantenerse altivo?
De nombres de este tipo os puedo dar un quórum
como son Mankostrop, Quoricopat o Qaxo,
también Bamboliurina o, si no, Yellylorum,
son nombres que jamás compartirán dos gatos.
Pero a pesar de todo, nos queda un nombre más,
y ése es el que tú nunca podrás adivinar,
el nombre que los hombres jamás encontrarán.
Que SÓLO EL GATO LO SABE y no confesará.
Si un gato ves en meditación,
el motivo nunca te asombre.
Su mente está en contemplación
de la Idea Una de su nombre.
Su inefable, efable,
efainefable,
único, oscuro, inescrutable Nombre.

T.S. Eliot, “The Naming of Cats” (traducción de R. Ortiz, en: El libro de los gatos habilidosos del Viejo Possum, Valencia: Pre-Textos, 2001; original 1939).


Foto: FRANCO DE MARCO

lunes, 4 de mayo de 2009

Abuela...



Esa palabra que antes siempre era de otros, ahora es mía: Voy a ser abuela! Cómo aún es tan inefable, y por lo tanto no puedo escribir al respecto, le cedo la palabra a mis amigohermanos
Ahí va:

RAUL
Los amores son siempre inesperados

No hay amores esperados, ni buscados. Esos son…otra cosa. El amor o es una violación... del espacio íntimo, o no es. A la vuelta de la esquina, por sorpresa, a bocajarro.

Pienso si la paternidad y la abuelidad no corren la misma suerte.

Aún cabía alguno más en casa, y va a parir la nuera. La abuela irradia: un nuevo socio vitalicio se acerca al Sindicato. Felicidades, Norita, mi inseparable univitelina en busca de la verdad (por supuesto que desnuda). La vida es espléndida: una fuente inagotable de amores (“-¡Qué desgracia!” Dijo el otro…)

Todos los que somos tu familia y bien te conocemos sonreimos por dentro hoy, sabiendo el simpático lío histérico que tienes que tener en el pecho con tan egregio acontecimiento. Pero a mí tampoco se me cae del pensamiento el auténtico protagonista de todo esto. Vamos a decirlo claro: Toda almita que abre los ojos al mundo se lleva un susto de vida (que no de muerte). No puedo dejar de darle vueltas a la impresión añadida que esa criatura se va a llevar cuando comprenda quién le ha tocado de abuela en suertes. Ya lo estoy oyendo decir: “-Abuelita, abuelita… ¡Qué boca tan grande tienes!”. Como tampoco puedo imaginarme cómo va a cantar en los próximos conciertos Bruno, con esos dos bultos enormes que le han salido en la garganta. Menos mal que aborrece las corbatas.

Un besazo y enhorabuena, Negrabuela.
Raúl Ortega


MARA
Cronología caótica o fluir de la conciencia‏

Esta mañana, al ingresar a mi casilla de mensajes, leí en "novedades de tu red", (nuevo apartado que ofrece live para los que nos vamos actualizando en los programas) una leyenda que decía “NORA: Bruno y el amor…y fue profético. Voy a ser abuela!!!”.

Conmoción, emoción. Mi amiga va a ser abuela. Increíble. Maremoto de preguntas, obvio que sin respuestas. Mi cerebro comenzó a reacomodar los pocos datos que las nuevas comunicaciones ofrecen. Bruno, amor, profecías…juicio o conjetura que se forma de algo por las señales que se observan en ello. Abuela. Mi amiga se la veía venir. Profecías…don sobrenatural para pronunciar oráculos en nombre y por inspiración de Dios. Si es divino, es hermoso...¡pero si soy agnóstica! de todos modos es hermoso. Un bebé... con lo que a mí me gustaría… Bruno, ¿qué sentirá?, tan chiquito para tener un bebé…, pero si no es chiquito, ¡a mí se me está pasando el cuarto de hora!, bueno, una necesita negárselo. Nora abuela… Entro a la bandeja de correo entrante y el mensajito de Nora desaparece. Ya no está. Escribo un mail: “Nora: la noticia me conmovió, por muchísimos motivos que tendré que contártelos personalmente, pero no antes de darte un abrazote intensísimo que estará cargado de felicitaciones y muchas otras cosas más.

TE QUIERO MUCHO

Me gustaría que nos veamos.

Mis saludos y felicitaciones para Bruno

Mara”

Cierro la casilla para volver a entrar y constatar que sigue ahí, que no leí mal… Entro a Las alas de la paloma para ver si allí hay más info. ¡Pero qué locura, por qué no agarro el teléfono y hablo! Entro y leo, nada referido al tema, leo una nota al azar, “Otoño, cosecha...” ¿azar...? ¡qué hermosa foto! Leo. Me entero que Marce piensa regresar a Ecuador, ¿estará todavía acá?, en éstos días anduve pensando mucho en ella y en su decisión de tomar distancia cada tanto. Sigo leyendo, qué jodido es ser madre y qué bello…, leo “Les deseo la Oscuridad, La Muerte, y el Renacimiento con el advenimiento de la nueva Primavera. Que sus Dioses los bendigan.” Qué bien escribe Nora. Leo la fecha “19 de marzo”. Eso sí que es profético. Pienso en la que ando teniendo que matar por estos días, o sea pienso en mí, pienso en Emi, pienso en el amor, pienso en Bruno, pienso en el bebé e imagino a mi amiga arrullándolo, pienso en el futuro… Miro a través de mi ventana y siento que es un día espléndido.

Sábado 2 de mayo de 2009

Mara Kalutich

CRISTINA
NORITABU

Desde aquella mañana lejana, en la cola para comprar apuntes para biologia en la facultad...donde nos encontramos por primera vez...iniciando la que iba a ser la primera de tantas charlas ,hermana mia...
ignoraba en aquel instante, que serias para el resto de mi vida la compañera de mis sueños mas sublimes y tambien la mas firme compañera de mis pesadillas mas atroces...
comence a llamarte asi...Norita

Fuiste mi "Ana la de los verdes tejados" la amiga del alma que se busca toda la vida
y las dos supimos pronto despues de un cafe en avenida pueyrredon y santa fe...al comienzo de un verano
que ya seria muy dificil no saber una de la otra...
Asi casi sin darnos cuenta comenzamos a estar por todos lados ...vos con mi famila ...yo con la tuya, tus hijos comenzaron a ser todos mis hijos y mis hijas profundamente tuyas
Asi es...
Entrar a tu casa y vos a la mia es natural
Vos vas desarreglando todo y yo me enojo
Y yo voy arreglando todo y vos te enojas...pero tambien eso se volvio natural y los enojos son ya tradicion para no olvidarnos...que eso tiene que molestarnos...cuando en realidad hace tiempo dejo de importarnos.

Nunca nos tomamos demasiado en serio nada una de la otra...ni siquiera las grandes verdades que tenemos
Como tambien declaro que somos sumamente respetuosas con nuestras grandes mentiras...
pero tenemos lugares casi religiosos...
casi sagrados...
ahi donde somos madres de Guido de Bruno, de Franco ,de Renzo, de Celeste y de Rocio...y ambas abuelas de Camila
Porque somos madres de todos

Sabemos de memoria a cada uno...sabemos el mapa de su alma ...sus rios cristalinos...y sus bosques incendiados...
Sos la que llamo cuando mis hijas sufren para que las consueles...soy la que llamas "para que tengas una charla" cuando los chicos descarrilan

Pero un bendito dia ...que fue el viernes...
me llamaste para anunciarme que serias abuela
Norita Abu
Noritabu...
y gritamos
y reimos
y dijimos cosas alegres
y despues nos vimos
y brindamos
y volvimos a brindar
y soñamos nombres
y soñamos el sexo...
y seguiremos soñando...soñando con este nuevo gran amor que vas a tener y que voy a tener...

Ser abuela Norita es la bendicion mas profunda...porque vas a conocer un lugar mas alto de todos los que conocias...vas descubrir el amor del amor.
El amor que sentis por Bruno
viniendo a traves de Bruno para amar mas y mas
Vas a sorprenderte
Vas a saber de lo que aun no sabias que eras capaz...

Para mi tambien sera un nuevo amor...
Lo espero profundamente enamorada de este estado de esperarlo...
de soñarlo
de imaginarlo...
y de saber profundamente
que te mereces sentir este gran amor...que te esperando...y ya se esta escribiendo en tu historia
que tambien es la mia...
y que borra tu nombre en una sola boca ...que va a llamarte...como nunca nadie te nombro: abuela..

y que la gloria sea con vos.

Cristina Chicou

TINA
Hay un niño en camino...

Hay un niño en camino,
todavía no sé de su mirada.
¿Cual será el cantar de su alegría,
o la tormenta de su llanto?
¿Será un cachorro bajo mis cosquillas
o espantará, fastidiado, mis manos agrietadas?
¿Cómo serán sus noches?
Los fantasmas que perturben sus sueños.
¿Cuál será el angel,
al que entregaremos a su guarda?
¡Ay, mi niño!
Todavía, flotando a la deriva
en un mar sin espacio y sin tiempo.
¡Ay, mi niño! Si sólo quisieras quedarte allí
podría protegerte del asedio del mundo,
darte hadas y duendes
para que juegues
sin que el tiempo te pode.
Pero ¡Ay, mi niño!
Has querido venir.
Conoceré tu cara, tus manos, tus anhelos,
tu rodar por la tierra, correr tras tus anhelo.
Ha de nacer un niño,
y el niño, será nuestro.

Con todo mi amor
Tina
Cristina Bouciguez

sábado, 25 de abril de 2009

Creo


" Creo en el poder de la imaginación para rehacer el mundo, para soltar las riendas de la verdad dentro de nosotros, para demorar la noche, para trascender la muerte, para congraciarnos con los pájaros, para ganarnos la confianza de los locos.
Creo en mis propias obsesiones, en la belleza de los choques de autos, en la paz de los bosques sumergidos, en la excitación de las playas de vacaciones cuando están desiertas, en la elegancia de los cementerios de automóviles, en el misterio de los estacionamientos de muchos pisos, en la poesía de los hoteles abandonados.
Creo en el vuelo, en la belleza de las alas y en la belleza de todo lo que ha volado siempre, en la piedra arrojada por un chico con la misma sabiduría de los estadistas y de las parteras.
Creo en la inexistencia del pasado, en la muerte del futuro y en las infinitas posibilidades del presente.
Creo en los próximos cinco minutos.
Creo en la historia de mis pies.
Creo en los dolores de cabeza, en el aburrimiento de los atardeceres, en el miedo de los calendarios, en la traición de los relojes.
Creo en la muerte del mañana, en la fatiga del tiempo, en nuestra búsqueda de un tiempo nuevo dentro de la sonrisa de las azafatas en los ómnibus de larga distancia y dentro de los ojos cansados de los hombres que controlan el tránsito en los aeropuertos fuera de temporada.
Creo en la imposibilidad de la existencia, en el humor de las montañas, en el absurdo del electromagnetismo, en la farsa de la geometría, en la crueldad de la aritmética, en el propósito asesino de la lógica.
Creo en las adolescentes , en como se corrompen a sí mismas por la posición que adoptan sus largas piernas, en la pureza de sus cuerpos desarreglados, en los vellos púbicos que dejan en los baños de los telos mas infames.
Creo en la delicadeza de los bisturíes quirúrgicos ,en la ilimitada geometría de la pantalla de cine, en el universo oculto dentro de los supermercados, en la soledad del sol, en la charlatanería de los planetas, en la repetitividad de nosotros mismos, en la inexistencia del universo y en el aburrimiento del átomo.
Creo en la muerte de las emociones y en el triunfo de la imaginación.
Creo en todas las excusas
Creo en todas las razones
Creo en todas las alucinaciones
Creo en todas las mitologías, recuerdos, mentiras, fantasías, evasiones
Creo en el misterio y en la melancolía de una mano, en la gentileza de los árboles, en la sabiduría de la luz. "

J.G. Ballard

Sin Palabras...

sábado, 18 de abril de 2009

El amor no se dice...


“Digo que no puede decirse el amor.

El amor se come como un pan,

se muerde como un labio,

se bebe como un manantial.

El amor se llora como un muerto,

se goza como un disfraz.

El amor duele como un callo,

aturde como un panal,

y es sabroso como la uva de cera

y como la vida es mortal.”

Jaime Sabines

jueves, 9 de abril de 2009

Conócete a ti mismo o...pagarás las consecuencias


" Tiresias.-Me voy; pero diciendo antes aquello por lo que fui llamado, sin temor a tu mirada; que no tienes poder para quitarme la vida. Así, pues, te digo: ese hombre que tanto tiempo buscas y a quien amenazas y pregonas como asesino de Layo, está aquí, se le tiene por extranjero domiciliado; pero pronto se descubrirá que es tebano de nacimiento, y no se regocijará al conocer su desgracia. Privado de la vista y caído de la opulencia en la pobreza, con un bastón que le indique el camino se expatriará hacia extraña tierra. Él mismo se reconocerá a la vez hermano y padre de sus propios hijos; hijo y marido de la mujer que lo parió, y comarido y asesino de su padre. Retírate, pues, y medita sobre estas cosas; que si me coges en mentira, ya podrás decir que nada entiendo del arte adivinatorio.
Edipo.-Que no sea lo mejor lo que he hecho, ni tienes que decírmelo ni tampoco darme consejos. Pues yo no sé con qué ojos, si la vista conservara, hubiera podido mirar a mi padre en llegando al infierno, ni tampoco a mi infortunada madre, cuando mis crímenes con ellos dos son mayores que los que expían con la estrangulación. Pero ¿acaso la vista de mis hijos engendrados corno fueron engendrados podía serme grata? No, de ningún modo; a mis ojos, jamás. Ni la ciudad, ni las torres, ni las imágenes sagradas de los dioses, de todo lo cual, yo, en mi malaventura siendo el único que tenía la más alta dignidad en Tebas, me privé a mí mismo al ordenar a todos que expulsaran al impío, al que los dioses y mi propia familia hacían aparecer como impura pestilencia; y habiendo yo manifestado tal deshonra como mía, ¿podía mirar con buenos ojos a éstos? De ninguna manera; porque si del sentido del oído pudiese haber cerradura en las orejas, no aguantaría yo el no habérselas cerrado a mí desdichado cuerpo, para que fuese ciego y además nada oyese, pues vivir con el pensamiento apartado de los males es cosa dulce.
(...)
El entonces arrancó los broches de oro que adornaban sus ropas, y enseguida los clavó en sus ojos, exclamando que así ya no vería más, ni su miseria, ni su crimen En la oscuridad no volverían ver a quien no debía ver, y que mejor jamás hubieran visto. Gritando así se punzaba los ojos una y otra vez, la sangre que corría le bañaba hasta la barba, no eran gotitas lo que fluía de sus ojos, era un torrente oscuro, como una granizada de sangre. En todo esto ambos fueron los artífices, y la desgracia acabó con la mujer y con el hombre. Su antigua felicidad fue en su momento verdadera. Ahora no es más que culpa, muerte, vergüenza, de todos los males que tienen nombre, ninguno falta. "

Sófocles
Edipo Rey (fragmento)

domingo, 5 de abril de 2009

Incertidumbre


" La noticia de que los físicos habían descubierto un misterioso principio de indeterminación fue recibida alegremente por ciertas escuelas teológicas y filosóficas, creyéndose que la propia ciencia proclamaba su bancarrota y que el libre-albedrismo tomaba nueva fuerza. Ignoro por qué razón el hecho de que el hombre pueda tener libre albedrío y ser responsable de todas las tonterías que comete constituye un motivo de satisfacción para muchos filósofos. Pero dejando de lado esta cuestión, creo que la alegría es precipitada, ya que ni los propios hombres de ciencia han logrado ponerse de acuerdo, todavía, sobre el contenido y el nombre del principio: los que proponen denominarlo Principio de Indeterminación creen que es la exteriorización de una indeterminación esencial de la Naturaleza; los otros opinan que debe interpretarse como una fórmula taxativa, quizá como una medida de impotencia humana o actual de alcanzar el mundo físico, y por eso proponen que se denomine Principio de Incerteza. Los malentendidos a que ha dado origen se deben a que deriva de la hipótesis cuántica, que tiene la desgracia de ser oscura cuando es rigurosa y de ser totalmente falsa cuando todo el mundo la comprende. "

Ernesto Sábato
Uno y el universo (fragmento)

domingo, 29 de marzo de 2009

Para qué mas, verdad?



De la Película Across The Universe, All you need is love, Lennon

miércoles, 25 de marzo de 2009

Trascendencia


" Porque el hombre es trascendencia, jamás podrá imaginar un paraíso. El paraíso es el reposo, la trascendencia negada, un estado de cosas ya dado, sin posible superación. Pero en ese caso ¿qué haremos?, Para que el aire sea respirable tendrá que dejar paso a las acciones, a los deseos, que a su vez tenemos que superar: tendrá que dejar de ser paraíso. La belleza de la tierra prometida es que ella prometía nuevas promesas. Los paraísos inmóviles no pueden prometer más que un eterno aburrimiento. (...)Si Dios es la infinitud y la plenitud del ser, no hay distancia entre su proyecto y su ser realidad, su voluntad es el fundamento inmóvil de su ser. Lo que quiere se hace, quiere cuanto es... Tal Dios no es una persona singular, es el universal, el todo inmutable y eterno. Y lo universal es silencioso... La perfección de su ser no deja ningún lugar al hombre porque el hombre no podría trascenderse en Dios si Dios ya está todo entero dado. En tal caso el hombre no es más que un accidente indiferente a la realidad del ser; está en la tierra como un explorador perdido en el desierto; puede ir a la derecha o a la izquierda, puede ir a donde quiera; jamás irá a ningún lugar y la arena cubrirá sus huellas. "

Simone de Beauvoir
Pyrrhus et Cinéas (fragmento)

jueves, 19 de marzo de 2009

Otoño, cosecha....


Equinoccio de otoño, pisemos uvas, recojamos mieses, es época de cosecha.
Todo comienza a cambiar de color, hasta la vida.
Mi hijo mayor viaja a Quito y habitará la Casa de los Espíritus. Luego de permanecer unos días en el Ombligo del Mundo según los Incas, El Cusco, se va a la mitad del mundo, según los geógrafos..
Pero en Quito comienza la primavera.
Mi hijo número 2 me pide que desaparezca. "En cuanto se vaya Marcela me voy" le digo, "Joya", me responde.
Mi hijo número 3 me pide que lo contenga. "Yo no tendría que estar acá", es su reclamo.
Mi hijo número 4 parece no importarle más que su piano; y su maestro de armonía dice que su talento le confirma su vocación de enseñar música.
Mi hermana, luego de 6 meses de gloria, decide partir.
El mundo acaba, el mundo comienza.
La luz y la oscuridad están en consonancia.
Detrás de cada una de las historias de mis hijos hay una historia mayor, no sólo una frase.
El cosmos está en armonía.
Termina la segunda cosecha.
Y a medida que avanza el frío y la oscuridad, tendremos tiempo para pensar en todo ésto.
La savia fluye más lenta. Es tiempo de reflexión e introversión.
De Muerte y Renacimiento.
Porque para vivir hay que matar.
Les deseo la Oscuridad, La Muerte, y el Renacimiento con el advenimiento de la nueva Primavera.
Que sus Dioses los bendigan.

martes, 17 de marzo de 2009

Ser Mujer, Ser Humano


" No, no es la solución
tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoy
ni apurar el arsénico de Madame Bovary
ni aguardar en los páramos de Ávila la visita
del ángel con venablo
antes de liarse el manto a la cabeza
y comenzar a actuar.

Ni concluir las leyes geométricas, contando
las vigas de la celda de castigo
como lo hizo Sor Juana. No es la solución
escribir, mientras llegan las visitas,
en la sala de estar de la familia Austen
ni encerrarse en el ático
de alguna residencia de la Nueva Inglaterra
y soñar, con la Biblia de los Dickinson,
debajo de una almohada de soltera.

Debe haber otro modo que no se llame Safo
ni Mesalina ni María Egipciaca
ni Magdalena ni Clemencia Isaura.

Otro modo de ser humano y libre.

Otro modo de ser. "

Rosario Castellanos
Meditación en el umbral

En la otra orilla...


" Terminaron por conocerse tanto, que antes de los treinta años de casados eran como un mismo ser dividido, y se sentían incómodos por la frecuencia con la que se adivinaban el pensamiento sin proponérselo, o por el accidente ridículo de que el uno se anticipara en público a lo que el otro iba a decir. Habían sorteado juntos las incomprensiones cotidianas, los odios instantáneos, las porquerías reciprocas y los fabulosos relámpagos de gloria de la complicidad conyugal. Fue la época en que se amaron mejor, sin prisa y sin excesos, y ambos fueron mas conscientes y agradecidos de sus victorias inverosímiles contra la adversidad. La vida había de depararles todavía otras pruebas mortales, por supuesto, pero ya no importaba: estaban en la otra orilla. "


Gabriel García Márquez
El amor en los tiempos de cólera (fragmento)

domingo, 15 de marzo de 2009

FELICIDAD



Guido está feliz, y a mi se me ríe el alma!!!

miércoles, 11 de marzo de 2009

Apocalipsis


" Sí, llegará un momento en que la humanidad escéptica, enloquecida por los placeres, blasfema de impotencia, se pondrá tan furiosa que será necesario matarla como a un perro rabioso...Será la poda del árbol humano... una vendimia que sólo ellos, los millonarios, con la ciencia a su servicio, podrán realizar. Los dioses, asqueados de la realidad, perdida toda ilusión en la ciencia como factor de felicidad, rodeados de esclavos tigres, provocarán cataclismos espantosos, distribuirán las pestes fulminantes... Durante algunos decenios el trabajo de los superhombres y de sus servidores se concretará a destruir al hombre de mil formas, hasta agotar el mundo casi... y sólo un resto, un pequeño resto, será aislado en algún islote, sobre el que se asentarán las bases de una nueva sociedad. "

Roberto Arlt
Los siete locos (fragmento)

Del Amor



"Un cobarde es incapaz de mostrar amor, hacerlo esta reservado para los valientes."
Mahatma Gandhi

jueves, 5 de marzo de 2009

INFIDELIDAD...CON HUMOR

ALMA NOCTURNA


" Todo un lado de nuestra alma nocturna se explica por el mito de la muerte concebida, como una partida en el agua. Para el soñador, las inversiones entre esa partida y la muerte son continuas. Para ciertos soñadores, el agua es el movimiento nuevo que nos invita a un viaje nunca realizado. Esa partida materializada nos arranca a la materia de la tierra. Qué asombrosa grandeza tiene ese verso de Baudelaire, cómo llega al corazón de nuestro misterio esta imagen súbita: ¡Oh! Muerte, viejo capitán, ya es tiempo! ¡Levemos anclas! "


Gaston Bachelard

El agua y los sueños (fragmento)

lunes, 2 de marzo de 2009

Del "Viaje" de convertirse en hombre


Vaya a ser casualidad (o causalidad) pero puedo decir que la paz que buscaba con el viaje, y que me venia llevando tanto trabajo, la he encontrado aquí en La Paz. No es por ser una ciudad hermosa (que lo es), ni por la gente, sino por alguna razón que no puedo describir: simplemente es asi. En los últimos días me estoy sintiendo mas bien de lo que me he sentido en años quizá, soy feliz. Todo síntoma de ansiedad y estrés se ha desvanecido como el rocío en el campo. Adiós contracturas, adiós manos peladas, adiós Guido, bienvenido Guido. Si bien se que cada día que pase me voy a ir encontrando mas y mas a mi mismo, ya puedo atisbar quien soy bien en lo profundo, debajo de las turbulentas aguas de la adolescencia que se va. Por primera vez en un buen tiempo, estoy contento de ser quien soy, conforme conmigo mismo, con mi cuerpo, con mis afectos, con mis defectos, con mis maneras de ver el mundo que cambia (por suerte) cada mañana que me levanto en esta bellísima capital boliviana. Hemos estado en lugares increíbles (no es el caso de Villazón, por cierto), pero el Salar de Uyuni se me ha hecho un lugar de ensueño. El lugar tiene un brillo tan intenso y supernatural que el cielo de los Andes es opaco allí. Se me esta transformando la lengua, que ya no habla un español argentino, sino una mezcla de todos los españoles con los que me topo, además de los ingleses, alemanes, franceses, holandeses diferentes que se cruzan (podría decir el Aymara, pero verdaderamente es como chino básico). Hemos bailado ebrios de felicidad y licor de coca y cerveza en los carnavales de Uyuni y La Paz, con la gente local disfrutando de nuestra buena onda y de sacarse las ganas de empaparse unos "gringos" (como todos aquí nos ven; de hecho creen que somos yankees o ingleses y se dirigen a nosotros de antemano en ingles) hasta las medias. Los colectivos son, como me advirtieron, algo que bien podría decirse le falta al Infierno de Dante, una pesadilla de dos pisos recorriendo y tambaleándose por las calles de ripio de las montañas bolivianas (mas un chofer que venia borracho y con papel picado en el pelo cuando salimos para La Paz). De hecho, nos caímos en una zanja y tuvimos que bajar todos para que pudieran desencallar la ballena de 6 ruedas. Pero no pasó nada, no podríamos SIN DUDAS estar mejor. El lunes fue el cumpleaños de Adriano así que salimos acá y conocimos unas mendocinas con las que trabamos amistad, gente muy buena. Quizá nos acompañen al Titicaca. Durante una semana del viaje viajamos con una amigo Uruguayo, Nacho (que cuando veas las fotos, te vas a sorprender de lo igual que es a Franco y Francisco, una mezcla verdaderamente shockeante; lo mas raro aun es que parecía tener una mezcla de sus almas también, como te imaginaras: un tipazo). Así que no te sorprendas si a la vuelta antes de caer en Buenos Aires, no pasemos por Montevideo, donde estamos mas que invitados. Lo único que me viene preocupando hasta ahora es que no tuve un solo sueño hasta hoy a la mañana, que se condice con mi vuelta a un estado de animo excelente. Creo que no estuve soñando simplemente porque mis sueños no tenían nada que aconsejarme, el vivir el presente es suficiente para que el alma se manifieste sola o eso creo yo. ¿Vos que opinas? ¿Porque pueden abandonarte los sueños? Me alegro mucho por Bruno y su tiempo libre, se lo tiene merecido. Decile que cuando vuelva, quiero que me de clases de guitarra que acá no puedo dejar de tocar, por cierto ya estuvimos tocando en publico y nos ha ido bastante bien, estamos componiendo música con los chicos muy buena. También me alegro por Fran, vas a tener otro hijo para extrañar, pero otro hijo feliz. De Renzo solo puedo decir que no me extraña que extrañe el colegio. Por la salud de mis abuelas no puedo mas que ponerme feliz. Yo por mi parte ya no resiento, ya no duelo, simplemente los extraño a todos mas de lo que verdaderamente imagine, espero que cuando vuelva vean al Guido que todos siempre quisieron ver, al que saben que estaba, pero ausente, al que le dolía tanto como amaba amar. Hoy por suerte, solo sé algo: que amo, como te amo a vos Mamá, como me duele que te duela extrañarme, pero como bien sabés es lo mejor para los dos y para todos. Algún día todo esto será para mejor, estoy seguro. Se me hace muy largo contar todo lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo, fuera de innecesario, cuando vuelva tendré horas y horas para hablar, y fotos para mostrar, hoy por hoy solo puedo decirte estas palabras: los amo a todos, los extraño pero los llevo en mi corazón desde Buenos Aires a donde sea. Hoy estamos partiendo para el Titicaca, queremos volver a la naturaleza, la ciudad ya nos dió todo lo que tenía para ofrecernos. Cuando cruce al Perú, llamo por telefono. Jueguen con un palo con Winston por mi y gracias por los consejos sobre la meditacion.

Nos estamos pensando, sintiendo, extrañando.
Con amor, Guido.
Carta de Guido De Marco a su mamá

sábado, 28 de febrero de 2009

No hace falta que intervenga la muerte para quedarse viuda


Cuando la tía Carmen se enteró de que su marido había caído preso de otros perfumes y otro abrazo, sin más ni más lo dio por muerto. Porque no en balde había vivido con él quince años, se lo sabía al derecho y al revés, y en la larga y ociosa lista de sus cualidades y defectos nunca había salido a relucir su vocación de mujeriego. La tía estuvo siempre segura de que antes de tomarse la molestia de serlo, su marido tendría que morirse. Que volviera a medio aprender las manías, los cumpleaños, las precisas aversiones e ineludibles adicciones de otra mujer, parecía más que imposible. Su marido podía perder el tiempo y desvelarse fuera de la casa jugando cartas y recomponiendo las condiciones políticas de la política misma, pero gastarlo en entenderse con otra señora, en complacerla, en oírla, eso era tan increíble como insoportable. De todos modos, el chisme es el chisme y a ella le dolió como una maldición aquella verdad incierta. Así que tras ponerse de luto y actuar frente a él como si no lo viera, empezó a no pensar más en sus camisas, sus trajes, el brillo de sus zapatos, sus pijamas, su desayuno, y poco a poco hasta sus hijos. Lo borró del mundo con tanta precisión, que no sólo su suegra y su cuñada, sino hasta su misma madre estuvieron de acuerdo en que debían llevarla a un manicomio.


Angeles Mastretta

Mujeres de ojos grandes

Por Amor

He poblado tu vientre de amor y sementera, he prolongado el eco de sangre a que respondo y espero sobre el surco como el arado espera: he llegado hasta el fondo. Morena de altas torres, alta luz y ojos altos, esposa de mi piel, gran trago de mi vida, tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos de cierva concebida.Ya me parece que eres un cristal delicado, temo que te me rompas al más leve tropiezo, y a reforzar tus venas con mi piel de soldado fuera como el cerezo. Espejo de mi carne, sustento de mis alas, te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, ansiado por el plomo. Sobre los ataúdes feroces en acecho, sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho hasta en el polvo, esposa. Cuando junto a los campos de combate te piensa mi frente que no enfría ni aplaca tu figura, te acercas hacia mí como una boca inmensa de hambrienta dentadura.Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera: aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo, y defiendo tu vientre de pobre que me espera, y defiendo tu hijo. Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado envuelto en un clamor de victoria y guitarras, y dejaré a tu puerta mi vida de soldado sin colmillos ni garras. Es preciso matar para seguir viviendo. Un día iré a la sombra de tu pelo lejano, y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo cosida por tu mano.Tus piernas implacables al parto van derechas, y tu implacable boca de labios indomables, y ante mi soledad de explosiones y brechas recorres un camino de besos implacables. Para el hijo será la paz que estoy forjando. Y al fin en un océano de irremediables huesos tu corazón y el mío naufragarán, quedando una mujer y un hombre gastados por los besos.

Poema Canción del Esposo Soldado
de Miguel Hernandez

martes, 24 de febrero de 2009

La esencia de la cobardía




¡Ser o no ser: he ahí el problema! ¿Qué es más levantado para el espíritu: sufrir los golpes y dardos de la insultante Fortuna, o tomar armas contra un piélago de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? ¿Morir..., dormir: no más! ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente apetecible! ¡Morir..., dormir! ¡Dormir!... ¡Tal vez soñar! ¡Sí, ahi está el obstáculo! ¡Porque es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevenir en aquel sueño de la muerte, cuando nos hayamos librado del torbellino de la vida! ¡He aquí la reflexión que da existencia tan larga al infortunio! Porque ¿quien aguantaría los ultrajes y desdenes del mundo, las injurias del opresor, la afrenta del soberbio, las congojas del amor desairado, las tardanzas de la justicia, las insolencias del poder y las vejaciones que el paciente mérito recibe del hombre indigno, cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete? ¿Quien querría llevar tan duras cargas, gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa, si no fuera por el temor de un algo después de la muerte-esa ignorada región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno-, temor que confunde nuestra voluntad y nos impulsa a soportar aquellos males que nos afligen, antes que lanzarnos a otros que deconocemos? Así la conciencia hace de todos nosotros unos cobardes; y así los primitivos matices de la resolución desmayan bajo los pálidos toques del pensamiento, y las empresas de mayores alientos e importancia, por esta consideración, tuercen su curso y dejan de tener nombre de acción..."

viernes, 20 de febrero de 2009

María Luisa era una verdadera pluma...


" No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso si! - y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡ pierden el tiempo las que pretenden seducirme!
Está fue - y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.
¿Que me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Que me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronostico reservado?
¡ María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡ María Luisa! ¡María Luisa!...y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡ Que delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer a una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando. "

Oliverio Girondo
I, de Espantapájaros

El designio de ser felices


" El designio de ser felices que nos impone el principio del placer es irrealizable; mas no por ello se debe –ni se puede- abandonar los esfuerzos por acercarse de cualquier modo a su realización. Al efecto podemos adoptar muy distintos caminos, anteponiendo ya el aspecto positivo de dicho fin –la obtención del placer-, ya su aspecto negativo –la evitación del dolor-. Pero ninguno de estos recursos nos permitirá alcanzar cuanto anhelamos. La felicidad, considerada en el sentido limitado, cuya realización parece posible, es meramente un problema de la economía libidinal de cada individuo. Ninguna regla al respecto vale para todos; cada uno debe buscar por sí mismo la manera en que pueda ser feliz. Su elección del camino a seguir será influida por los más diversos factores. Todo depende de la suma de satisfacción real que pueda esperar del mundo exterior y de la medida en que se incline a independizarse de éste; por fin, también de la fuerza que se atribuya a sí mismo para modificarlo según sus deseos. "

Sigmund Freud, El malestar en la cultura

Escepticismo sobre el "puro regalo de los Dioses"


"¿Es la droga LSD como la mescalina? Tiene ciertamente efectos muy curiosos, -vide Aldoux Huxley!- de los cuales sé bien poco. Tampoco sé de su valor con pacientes neuróticos o psicóticos. Sólo sé que no tiene mucho sentido desear saber más sobre el inconsciente colectivo de lo que uno ya recibe a traves de los sueños y de la intuición. Cuanto más sabes de él, mayor y más pesadas se vuelven tus obligaciones morales, porque los contenidos del inconsciente se transforman en tus tareas y deberes individuales desde el momento en que se convierten en conscientes. ¿De verdad deseas aumentar tu soledad y los malentendidos con los demás? ¿Deseas encontrar cada vez mayores complicaciones y responsabilidades? Ya tienes bastante con las que tienes ahora. Si alguna vez pudiera decir que ya he hecho todo lo que sé que tengo que hacer, entonces quizás tendría una necesidad legítima de tomar mescalina. Pero si la tomase ahora, no podría estar seguro de no haberla tomado sólo por curiosidad ociosa. Odiaría la idea de haber tocado la esfera desde donde se hacen los colores que pintan el mundo, donde se crea la luz que hace brillar el esplendor de la madrugada, las líneas de todas las formas, el sonido que llena las órbitas, el pensamiento que ilumina la oscuridad del vacío. Hay algunas criaturas empobrecidas, quizás, para las cuales la mescalina pudiera ser un regalo divino sin efectos secundarios, pero soy profundamente escéptico de los "puros regalos de los dioses". Se suele pagar muy caro por ellos. Quidquid id est, timeo danao et dona ferentes."

Carta de Carl Gustav Jung a un conocido.

martes, 17 de febrero de 2009

domingo, 15 de febrero de 2009

Muertes y Aniversarios


Carta de Julio Cortázar a Roberto Fernández Retamar sobre la muerte del Che


París, 29 de octubre de 1967
Roberto, Adelaida, mis muy queridos:
Anoche volví a París desde Argel. Solo ahora, en mi casa, soy capaz de escribirles coherentemente; allá, metido en un mundo donde sólo contaba el trabajo, dejé irse los días como en una pesadilla, comprando periódico tras periódico, sin querer convencerme, mirando esas fotos que todos hemos mirado, leyendo los mismos cables y entrando hora a hora en la más dura de las aceptaciones. Entonces me llegó telefónicamente tu mensaje, Roberto, y entregué ese texto que debiste recibir y que vuelvo a enviarte aquí por si hay tiempo de que lo veas otra vez antes de que se imprima, pues sé lo que son los mecanismos del télex y lo que pasa con las palabras y las frases. Quiero decirte esto: no sé escribir cuando algo me duele tanto, no soy, no seré nunca el escritor profesional listo a producir lo que se espera de él, lo que le piden o lo que él mismo se pide desesperadamente. La verdad es que la escritura, hoy y frente a esto, me parece la más banal de las artes, una especie de refugio, de disimulo casi, la sustitución de lo insustituible. El Che ha muerto y a mí no me queda más que silencio, hasta quién sabe cuándo; si te envié este texto fue porque eras tú quien me lo pedía, y porque sé cuánto querías al Che y lo que él significaba para ti. Aquí en París encontré un cable de Lisandro Otero pidiéndome ciento cincuenta palabras para Cuba. Así, ciento cincuenta palabras, como sin uno pudiera sacarse las palabras del bolsillo como monedas. No creo que pueda escribirlas, estoy vacío y seco, y caería en la retórica. Y eso no, sobre todo eso no. Lisandro me perdonará mi silencio, o lo entenderá mal, no me importa; en todo caso tu sabrás lo que siento. Mira, allá en Argel, rodeado de imbéciles burócratas, en una oficina donde se seguía con la rutina de siempre, me encerré una y otra vez en el baño para llorar; había que estar en un baño, comprendes, para estar solo, para poder desahogarse sin violar las sacrosantas reglas del buen vivir en una organización internacional. Y todo esto que te cuento también me averguenza porque hablo de mí, la eterna primera persona del singular, y en cambio me siento incapaz de decir nada de él. Me callo entonces. Recibiste, espero, el cable que te envié antes de tu mensaje. Era mi única manera de abrazarte, a ti y a Adelaida, a todos los amigos de la Casa. Y para ti también es esto, lo único que fui capaz de hacer en esas primeras horas, esto que nació como un poema y que quiero que tengas y que guardes para que estemos más juntos.

Che
Yo tuve un hermano.

No nos vimos nunca
pero no importaba.

Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo,
le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra.

No nos vimos nunca
pero no importaba,
mi hermano despierto
mientras yo dormía,
mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.

Ya nos escribiremos. Abraza mucho a Adelaida. Hasta siempre,
Julio

martes, 10 de febrero de 2009

Vivir divinamente


Por aquel entonces empecé a sentirme dios. No vayas a engañarte: seguía siendo, más que nunca, el mismo hombre nutrido por los frutos y los animales de la tierra, que devolvía al suelo los residuos de sus alimentos, que sacrificaba el sueño a cada revolución de los astros, inquieto hasta la locura cuando le faltaba demasiado tiempo la cálida presencia del amor. Mi fuerza, mi agilidad física o mental, se mantenían gracias a una cuidadosa gimnástica humana. Pero ¿qué puedo decir sino que todo aquello era vivido divinamente? Las azarosas experiencias de la juventud habían llegado a su fin, y también su urgencia por gozar del tiempo que pasa. A los cuarenta y cuatro años me sentía libre de impaciencia, seguro de mí, tan perfecto como mi naturaleza me lo permitía, eterno. Y entiende bien que se trata aquí de una concepción del intelecto; los delirios, si preciso es darles ese nombre, vinieron más tarde. Yo era dios, sencillamente, porque era hombre. Los títulos divinos que Grecia me concedió después no hicieron más que proclamar lo que había comprobado mucho antes por mí mismo. Creo que hubiera podido sentirme dios en las prisiones de Domiciano o en el pozo de una mina. Si tengo la audacia de pretenderlo se debe a que ese sentimiento apenas me parece extraordinario, y no tiene nada de único. Otros lo sintieron, o lo sentirán en el futuro.
(...)
Una parte de cada vida, y aun de cada vida insignificante, transcurre en buscar las razones de ser, los puntos de partida, las fuentes. Mi impotencia para descubrirlos me llevó a veces a las explicaciones mágicas, a buscar en los delirios de lo oculto lo que el sentido común no alcanzaba a darme. Cuando los cálculos complicados resultan falsos, cuando los mismos filósofos no tienen ya nada que decirnos, es excusable volverse hacia el parloteo fortuito de las aves, o hacia el lejano contrapeso de los astros. "

Marguerite Yourcenar
Memorias de Adriano (fragmento)

domingo, 8 de febrero de 2009

lunes, 2 de febrero de 2009

Daños colaterales...

"Ni se enteran que en el mundo hay niños..."

miércoles, 28 de enero de 2009

viernes, 23 de enero de 2009

ELLA


Es cierto que, de vez en cuando, pensaba en Mona efectivamente, no como una persona en un aura definida de tiempo y espacio, sino aisladamente, separada, como si se hubiera hinchado hasta convertirse en una gran forma de nube que borraba el pasado. No podía permitirme pensar en ella largo rato; si lo hubiera hecho, me habría arrojado desde el puente. Es extraño. Había llegado a reconciliarme con aquella vida sin ella, y, sin embargo, si pensaba en ella sólo por un minuto, era suficiente para traspasar el hueso y la médula de mi contento y arrojarme de nuevo al canal agonizante de mi lastimoso pasado.

Durante siete años anduve dia y noche con una sola obsesión: ella. Si hubiera un cristiano tan fiel para con Dios como yo fui para con ella, hoy todos seríamos Jesucristos. Día y noche pensaba en ella, incluso cuando la engañaba. Y ahora a veces, en medio de los acontecimientos, a veces, cuando me siento absolutamente libre de todo eso, de repente, al doblar una esquina quizá, aparece una plazuela, unos cuantos árboles y un banco, un lugar desierto donde nos paramos a discutir, donde nos trastornamos mutuamente con amargas escenas de celos. Siempre un lugar desierto, como la Place de l'Estrapade, por ejemplo, o esas calles sucias y sórdidas por los alrededores de la Mezquita o a lo largo de esa tumba abierta de una Avenue de Breteuil que a las diez de la noche está tan silenciosa, tan muerta, que te hace pensar en el asesinato o en el suicidio, en cualquier cosa que pudiera crear un vestigio de drama humano. Cuando comprendo que se ha ido, que quizá se haya ido para siempre, un gran vacío se abre y siento que voy cayendo, cayendo, cayendo en un espacio profundo y negro. Y eso es peor que las lágrimas, más profundo que el remordimiento o el dolor o la pena; es el abismo a que fue arrojado Satán. No hay modo de volver a trepar, ni un rayo de luz ni el sonido de una voz humana ni el humano contacto de una mano. Cuántos miles de veces, al caminar por las calles de noche, me he preguntado si llegaría de nuevo el día en que ella estaría a mi lado: todas las miradas anhelantes que dediqué a los edificios y estatuas, los que había mirado tan ansiosa, tan desesperadamente, que ahora mis pensamientos deben haberse convertido en parte integrante de los propios edificios y estatuas; éstos deben de estar saturados de mi angustia. Tampoco podía por menos de pensar en que, cuando habíamos caminado uno al lado del otro por aquellas calles sórdidas y sucias tan saturadas ahora con mi sueño y con mi anhelo, ella no había observado nada, no había sentido nada: eran como cualesquiera otras calles para ella, un poco sórdidas tal vez, y nada más. No recordaría que en cierta esquina yo me había detenido para recoger su horquilla ni que, cuando me agaché a atarle los cordones, se me quedó grabado el lugar en que había descansado su pie y que permanecería allí para siempre, incluso después de que se hayan demolido las catedrales y de que haya quedado barrida para siempre jamás toda la civilización latina.
Trópico de Cáncer
Henry Miller

miércoles, 21 de enero de 2009

El sexo y el amor


“Querido Coleccionista: Le odiamos. El sexo pierde todo su poder y su magia cuando es explícito, rutinario, exagerado, cuando es una obsesión mecánica. Se convierte en un fastidio. Ud. nos ha enseñado más que nadie sobre el error de no mezclar sexo con emociones, apetitos, deseos, lujuria, fantasías, caprichos, vínculos personales, relaciones profundas que cambian su color, sabor, ritmo, intensidad.
No sabe lo que se pierde por su observación microscópica de la actividad sexual, excluyendo los aspectos que son el combustible que la enciende: intelectuales, imaginativos, románticos, emocionales. Esto es lo que le da al sexo su sorprendente textura, sus transformaciones sutiles, sus elementos afrodisíacos. Usted reduce su mundo de sensaciones, lo marchita, lo mata de hambre, lo desangra.
Si nutriera su vida sexual con toda la excitación y aventura que el amor inyecta a la sexualidad, sería el hombre más potente del mundo. La fuente del poder sexual es la curiosidad, la pasión. Usted está viendo extinguirse su llamita asfixiada. La monotonía es fatal para el sexo. Sin sentimientos, inventiva, disposición, no hay sorpresas en la cama: El sexo debe mezclarse con lágrimas, risas, palabras, promesas, escenas, velos, envidias, todos los componentes del miedo, viajes al extranjero, nuevos rostros, novelas, historia, sueños, fantasías, música, danza, opio, vino.
¿Sabe cuánto pierde por tener ese periscopio en la punta de su sexo, cuando podría gozar un harén de maravillas distintas y novedosas? No hay dos cabellos iguales, pero usted no nos permite perder palabras en la descripción del cabello; tampoco dos olores, pero si nos expandimos en esto, usted chilla : ¡Sáltense la poesía! No hay dos pieles con la misma textura y jamás la luz, temperatura o sombras son las mismas, nunca los mismos gestos, pues un amante, cuando está excitado por el amor verdadero, puede recorrer la gama de siglos de ciencia amorosa. ¡Qué variedad, qué cambios de edad, qué variaciones en la madurez y la inocencia, perversión y arte...!
Nos hemos sentado durante horas preguntándonos cómo es usted.
Si ha negado a sus sentidos seda, luz, color, olor, carácter, temperamento, debe estar ahora completamente marchito. Hay tantos sentidos menores fluyendo como afluentes al río del sexo, nutriéndola. Sólo la pulsación unánime del sexo y el corazón juntos pueden crear éxtasis.”


Carta de Anais Nin a El coleccionista

lunes, 19 de enero de 2009



Hay cada vez más personas que tienen como pasatiempo matar a otros seres humanos...

Dios Marte

Velázquez

viernes, 16 de enero de 2009

El Don de la carencia


Todo lo que somos se lo debemos a una carencia: una carencia que puso en marcha un sentimiento, y ese sentimiento se convirtió en pensamiento. Es muy probable que gran parte del vuelo mental de Albert Einstein se haya debido a sus conocidos aplazos en física durante su juventud.(…) Es así como los pueblos felices no tienen arte, como bien lo sintetiza Graham Greene en un conocido diálogo en el que un italiano le dice a un suizo más o menos éstas palabras: “Nosotros tuvimos quinientos años de asesinatos, traiciones, golpes de Estado, negociados y envenenamientos y produjimos un Miguel Ángel, un Leonardo y un Rafael. Ustedes tuvieron quinientos años de paz, ¿y qué han hecho? Dos tipos de quesos y relojes cucú”.

Dalmiro Sáenz
Carta Abierta a mi futura ex mujer
Gárgola

Dualidades


La Mona Lisa
Leonardo vs. Duchamp

lunes, 12 de enero de 2009

sábado, 10 de enero de 2009

La Eternidad


Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en Su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.
Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.
Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores
y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.

Everness. Jorge Luis Borges, Nueva antología personal. Club Bruguera,1980

sábado, 3 de enero de 2009

Los Celos...

Insignificancias tan ligeras como el aire son para los celosos pruebas tan poderosas como las afirmaciones de las Sagradas Escrituras...

Otelo, el Moro de Venecia

William Shakespeare